Llegó borracho de jugar al fútbol y le dio una terrible paliza a su pareja
El ataque fue feroz. Le dio piñas y patadas por todo el cuerpo. La salvó una vecina que escuchó sus gritos y llamó a la policía. El hombre confesó y fue condenado a prisión en suspenso y seguirá libre.
Un violento sujeto que se emborrachó y le dio una feroz paliza a quien era su pareja fue condenado a seis meses de prisión en suspenso en un juicio abreviado en el que reconoció haber cometido el hecho de violencia de género. La sanción no lo lleva tras las rejas, aunque deberá cumplir pautas de comportamiento por el lapso de dos años. Entre ellas, tiene prohibido acercarse a la víctima a menos de 500 metros.
El ataque ocurrió la madrugada del 29 de marzo último en un domicilio de la zona de Contralmirante Cordero, donde la chica se encontraba durmiendo. Pocos después de la 1:30 se presentó DFO (así lo identifican) y comenzó a agredirla “en forma directa”.
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La joven declaró que había llegado en estado de ebriedad, después de haber ido a jugar al fútbol.
La acusación indica que comenzó a insultarla y que “la tomó del cuero cabelludo, la zamarreo, la sacó de la cama y allí comenzó a propinarle varios golpes de puño en la cabeza, rostro, brazos y golpes con el codo en el sector de la espalda”.
Ella se dirigió hasta la puerta dando gritos en pedido de auxilio e intentó escapar de la vivienda, pero el hombre “continuó golpeándola”, por lo que se tiró al piso para protegerse “recibiendo por parte de F patadas en el cuerpo”.
Sin embargo, no se conformó con la terrible golpiza, sino que tomó una herramienta para arar la tierra, “comúnmente conocida como azada e intentó lesionarla en el cuerpo, pero terminó impactando en el televisor que se encontraba en la vivienda”.
En ese momento la víctima logró salir de allí en dirección a la casa de su vecina, quien había escuchado los gritos de auxilio y había alertado a la policía. Posteriormente, efectivos de Cordero apresaron al violento en el mismo domicilio.
La mujer debió ser asistida por personal médico, ya que había sufrido moretones en brazo derecho y en cuello región anterior y lateral con arañones, arrancamiento del aro de oreja izquierda, excoriación y hematoma en el codo izquierdo, edema en cuero cabelludo, edema y cortes en la nariz y labio superior y escoriaciones en ambas mejillas.
Las lesiones fueron certificadas por los peritajes, que corroboraron que fueron como consecuencia de los golpes que le dio su pareja. Pese al salvaje ataque, se consideró que fueron heridas de carácter leves.
DFO quedó imputado por el delito de “lesiones leves agravadas por el vínculo y en contexto de violencia de género”.
Pero la fiscal Adjunta Judith Sacomandi y el defensor Oficial Rodrigo Martínez consensuaron cerrar la causa en un juicio abreviado, que requirió la confesión del acusado, lo que finalmente ocurrió.
El acuerdo estableció la condena de seis meses de prisión condicional y el cumplimiento de pautas de comportamiento por el plazo de dos años.
La jueza María Florencia Caruso Martín aceptó la propuesta presentada por las partes y dictó el fallo como lo habían planteado.
Sostuvo que además de la confesión, la investigación había reunido pruebas firmes para determinar la culpabilidad del hombre. Destacó que además de los informes periciales, contaban con las declaraciones policías que intervinieron en el operativo, médicos que la asistieron y el testimonio de la misma mujer, quien manifestó que “no es la primera vez que ocurre”.
A 500 metros de distancia
El acuerdo entre Fiscalía y Defensa determinó que el condenado deberá acatar reglas de conducta durante dos años. Por empezar tiene prohibido acercarse a la víctima y a su domicilio a menos de 500 metros. Tampoco la pueden contactar por ningún medio. Además, debe fijar domicilio y deberá someterse al control del Instituto de Asistencia de Presos y Liberados. El resto de las obligaciones son de rigor: no cometer nuevos delitos y abstenerse de consumir bebidas alcohólicas y drogas en la vía pública. Le advirtieron que en caso de incumplimiento le podrán revocar la condicionalidad del castigo y lo deberá cumplir tras las rejas.
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