Juicio por Otoño Uriarte: "Todo se hizo de buena fe", aseguró Ives Vallejos

Uno de los testimonios más esperados en el juicio por el femicidio de Otoño Uriarte era el de Ives Vallejos, el ex jefe de la Comisaría 26 de Fernández Oro que dirigió la búsqueda de la adolescente y los primeros pasos de la investigación, hasta que fue separado por orden de la Jueza María del Carmen García García.

Vallejos, quien llegó al rango de Comisario General y condujo la Unidad Regional Quinta, debía declarar el jueves, pero presentó un certificado médico. Es fuertemente cuestionado por la familia y el entorno de la víctima, que cuenta con el acompañamiento de la abogada Gabriela Prokopiw. Le enrostran haber obstaculizado la pesquisa y relacionan el caso con el negocio de la explotación sexual y la trata de personas.

La acusación que en ese sentido apoya un amplio sector de la comunidad se expresó en el edificio judicial cipoleño, donde se concentró un numeroso grupo de personas y en cuyo frente pegaron carteles con el rostro de Vallejos acompañado de frases que lo tildaban de “cómplice”, “encubridor” y “Responsable del femicidio”.

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El escrache fue aún más contundente al retirarse, porque aunque intentó pasar desapercibido y salir por la puerta de calle España, los manifestantes lo reconocieron y lo corrieron, lo insultaron y hasta le arrojaron bolsas de basura, hasta que logró subirse a un auto que había dejado en las inmediaciones.

En su declaración Vallejos resaltó que “todo se hizo de buena fe” y defendió su desempeño desde que Roberto Uriarte, el papá de Otoño, se presentó en la Comisaría 26 poco antes del mediodía del 23 de octubre del 2006, para denunciar que su hija estaba desaparecida desde la noche anterior. Le tomaron una exposición.

Aclaró que él no estuvo en la declaración, y que la hizo una policía que estaba como oficial de servicios, aunque él firmó el acta que formalizó el trámite.

Uno de los puntos que acentuó la abogada querellante fue respecto a la ropa que llevaba la víctima.

Dijo que no recordaba -como le ocurre a muchos testigos que alegan el paso de los 18 años- si Uriarte había descripto cómo vestía su hija. Sin embargo Prokipiw le refrescó la memoria con el acta en la que se indicó que no sabía que ropa llevaba. El detalle adquiere relevancia más adelante.

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Vallejos después explicó como se realizó el procedimiento posterior. Dijo que tras “recabar datos”, comunicar el hecho a las autoridades y emitir un radiograma en el que se informa a todas las unidades la búsqueda de una persona.

Tampoco recordó con precisión cuándo se libró la circular, pero aclaró que “todos los trámites fueron inmediatos, como la comunicación al juzgado, la fiscalía y el resto de las autoridades”.

Sobre el radiograma, dijo que lo “pudo haber hecho la oficial de servicio” y que el lo firmó.

Aquí la querella profundizó sobre la información descripta en ese documento, y Vallejos respondió que presumía que fue como estaba vestida y la edad.

Sin embargo Prokopiw le mostró el acta del radiograma, y admitió que describió la ropa de la menor, campera negra y fuccia, remera de varios colores, pero además afirmó que había salido “casi a la misma hora” de la exposición.

Quedó de relieve una contracción, porque en la presentación de Uriarte no había proporcionado ese dato.

“Tengo un vacío en la cabeza”, se excusó el testigo.

Operativo San Martín

La presencia de Vallejos en San Martín de los Andes, a donde los llevó una pista que decía que Otoño estaba retenida en un cabaret de esa ciudad neuquina, también fue motivo de cuestionamientos.

El papá de la adolescente había declarado que se lo encontró sorpresivamente y que el policía junto con otro que lo acompañaban distribuían afiches con la búsqueda, lo que interpretó fue una maniobra para frustrar el operativo.

Vallejos aseguró que viajó comisionado por la jueza García García, y que se lo comunicó quien era su secretario, Santiago Márquez Gauna, actual Fiscal Jefe, quien también está convocado a declarar.

El ex Comisario dijo que fue con el sargento Primero Vivanco en un auto Chevrolet Monza color bordó y que desconocía que se iba a realizar un allanamiento.

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Sostuvo que lo primero que hizo fue presentarse en la Comisaría del lugar, pero que no encontró el jefe. Después se alojaron y por la noche fueron el cabaret, donde estuvieron hasta cerca de las 4 de la madrugada.

Recordó que “había mujeres mayores” que no coincidían con la joven.

También que su compañero el sargento le entregó al portero un afiche con la búsqueda de la menor. Dijo que fue por “inquietud propia” del suboficial.

Al día siguiente volvió a la Comisaría para hablar con el jefe y le dicen que estaban allanando el local nocturno, y que fueron.

Apartado de la pesquisa

Afirmó que esperaron en la vereda y que luego retornaron a la Comisaría, donde también fue Uriarte junto “al concejal Ramón Olivera”. Pasaron ello y hablaron con el comisario y después ellos. Desmintió que hubiera estado demorado, como manifestó Uriarte.

En el operativo de la policía neuquina secuestraron un volante con la búsqueda.

A su regreso a Fernández Oro García García lo apartó de la investigación. Fue a principios de abril de 2007. El 24 de ese mes encontraron el cuerpo en el canal del 30.

Mientras que a Vallejos sus superiores le dieron licencia y lo trasladaron a General Roca y posteriormente a Ingeniero Jacobacci. Reconoció que no le brindaron explicaciones.

Aseveró que lo llamó a Márquez Gauna y le dijo que lo había puesto “en una situación incómoda”, como “si hubiera ido a alertar, y no era así”.

El Comité de Crisis

Vallejos dijo que tenía conocimiento del Comité de Crisis que se conformó por el caso Otoño, pero que él no participó.

“Me dediqué a trabajar y buscar a Otoño”, sostuvo, y recordó que “Todas las tardes había manifestaciones” que debía hablar con ellos porque le pedían información.

Reconoció que sabía que el comité estaba integrado por funcionarios del gobierno y la policía, que en ese entonces era comandada por Jorge Ucha y su segundo era Víctor Cufré, que también fue secretario de Seguridad.

“Era una cuestión más política que policial”, opinó.

También tuvo conocimiento de que había llegado a Oro Víctor Sodero Nievas, quien era juez del Superior Tribunal de Justicia, y se había entrevistado con familiares de la menor.