Condenaron a estudiante de enfermería por manosear a una compañera

Un estudiante de la carrera de enfermería de la Universidad Nacional del Comahue y que además integra el Servicio Penitenciario Provincial, fue condenado a seis meses de prisión en suspenso y pautas de conducta por manosear a una compañera durante una clase práctica que realizaban en el hospital de Cipolletti.

La pena, que le permite seguir en libertad, fue acordada por la Fiscalía y la Defensa en el juicio de cesura, luego de que el juez César Sueldo declarara culpable a VHA -como identifican al hombre-, quien se declaró inocente y anticipó su intención de impugnar la culpabilidad.

La Fiscalía, representada por Eugenia Vallejos, expuso en la acusación que el incidente ocurrió el 18 de noviembre de 2022 minutos antes de las 10 de la mañana, en momentos en que la víctima se encontraba sola en el sector de Guardia con su cabeza sobre el pupitre porque estaba cansada, ingresó VHA y la ultrajó.

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El paciente presentó el pedido en el Hospital de Cipolletti.

Archivo

Según describió, el hombre le introdujo su mano en el interior del ambo y le tocó los pechos por debajo de la ropa, para luego subirse el barbijo con una mano, mientras con la otra hizo el gesto de bajarse el pantalón. Seguidamente hizo parar a la chica de la silla en que estaba sentada y le volvió a meter la mano debajo del ambo y de la bombacha, tocándole los glúteos.

Pero siguió, porque le agarró una mano y la obligó a tocarle su miembro, mientras la víctima le hacía señas con la cabeza como diciéndole que "... no ..." a lo que A le respondió "... dale...".

Sin embargo, en ese momento ingresó una enfermera al sector denominado Triage, por lo que la chica aprovechó para salir corriendo y refugiarse en el baño, donde encontró con una compañera a quien le contó lo sucedido. Esa testigo fue clave en el juicio.

VHA fue imputado por el delito de “abuso sexual simple reiterado”.

La defensa pidió la absolución

El defensor Oficial Mario Nolivo pidió la absolución de VHA al alegar que el hecho no existió y sostuvo que persistía la “duda razonable”, porque no se dio el “principio de oportunidad” para que su patrocinado cometiera el hecho. Sostuvo que ambos estudiantes debían cumplir las prácticas en lugares distintos, según el cronograma del día del hecho.

Además, afirmó que la denuncia fue en represalia porque él hombre había denunciado a su vez, que la misma joven el día anterior lo había manoseado a él en el colectivo en el que viajaban a General Roca, donde ambos residen.

Para la Fiscalía no fue así, sino que la denuncia que presentó fue posterior y había sido archivada.

Testimonio clave de la víctima

En el debate realizado el 30 de agosto declaró la víctima, como también compañeras y amigas que cursan con ella la Licenciatura de Enfermería que se dicta en Allen, como también docentes y directivos de esa institución, peritos, psicólogos y psiquiatras y amigos del acusado.

El juez Sueldo, al determinar la responsabilidad de VHA, consideró lo declarado por la joven, quien “de manera directa, clara y sin margen de dudas señaló con precisión, las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que el ataque sexual ocurrió”.

También valoró lo manifestado por la compañera a quien le contó lo sucedido en primer lugar en el sanitario. Dijo que la encontró “triste, mal, muy decaída” y que fue el estado emocional que describió de la víctima fue compatible con su relato.

A ello agregó que lo aportado por los profesionales médicos que la asistieron y peritaron, quienes concluyeron que no existían “indicadores personales vinculados a fabulación, manipulación, o mendacidad utilitarista”.

Acuerdo de pena

En el juicio de cesura, la fiscal Vallejos informó que habían arribado a un acuerdo con la Defensa para imponerle seis meses de prisión en suspenso -el mínimo establecido para la figura penal- y pautas de conducta por el término de dos años.

En este aspecto, tiene prohibido acercarse a menos de 200 metros del domicilio de la víctima, como también cualquier tipo de contacto, ya sea telefónico, mensajes o por redes sociales o a través de otras personas.

Esta medida tendrá como excepción encuentros en lugares públicos, en especial en la universidad y el transporte público, ya que ambos se trasladan en colectivo para asistir a clase.

Además, VHA debe mantener domicilio; no cometer nuevos delitos ni consumir drogas ni bebidas alcohólicas en lugares públicos y presentarse cada dos meses al Instituto de Presos y Liberados para informar su situación laboral y social.

Vallejos aclaró que, para cerrar el caso con esa resolución, contaba con el “absoluto consentimiento de la víctima”.

Se tuvo en cuenta que el hombre carece de antecedentes penales, tiene radicación y trabajo estable (es sargento del Servicio Penitenciario) y es padre de una niña pequeña a la que asiste.

De acusado a víctima

El defensor Nolivo, sostuvo que VHA le hizo saber que el 28 de noviembre de 2022 denunció a la joven de haberlo abusado, y que la denuncia en su contra la presentó la chica al día siguiente.

Una amiga del hombre declaró que le contó que venían juntos en el colectivo y que él en un momento se quedó dormido y que ella “lo tocó”. Otro amigo dijo que también le relató lo mismo –“le tocó los genitales”- y que por eso “estaba muy mal”.

Ambos coincidieron en afirmar que le aconsejaron realizar la denuncia, aunque no prosperó (la pasaron a archivo). Además, el amigo remarcó que lo escracharon en las redes sociales, donde lo tildaron de “violento, degenerado, violador” y que le prohibieron entrar a la Universidad”.

Un directivo manifestó que había tomado conocimiento del incidente y que aplicaron el “protocolo sexista” para proteger a la víctima. Puntualizó que definieron medidas cautelares y que pidió la prohibición de acercamiento del alumno. También expresó que si bien aseveró que él había sido abusado, no le tomaron la contradenuncia “porque eso puede ser una estrategia para defenderse”.