Condenaron a dos ladronas por violenta entradera: una va presa y la otra sigue libre
Dos mujeres delincuentes se metieron a la casa de una vecina y la golpearon para robarle. Pero testigos vieron donde se escondían.
La tarde del 20 de julio del año pasado, alrededor de las 14:30, dos ladronas irrumpieron en una vivienda de Catriel y sorprendieron a la dueña que se encontraba en un dormitorio.
Fueron muy violentas con ella. “Dame todo lo que tengas, dame todo hija de puta”, la increpó Erica Ortiz y le arrebató el celular que la víctima tenía en su mano, además de darle empujones.
Te puede interesar...
Entretanto la cómplice, Luana Antonella Garro, agarró una mochila de la damnificada y se apoderó de varios elementos que encontró en su interior, siempre insultándola y empujándola y tomando distintos elementos de la habitación.
En un momento Garro fue a otro lugar de la casa, mientras Ortiz seguía increpando a la vecina para que no saliera de la habitación.
Testigos vieron escapar a las ladronas
Minutos después las ladronas se retiraron del lugar, llevándose documentos de la mujer, un porta cosméticos, un maletín de joyas de acero quirúrgico contenía unos 20 anillos, ocho pulseras, ocho cadenas, un reloj de mujer, cuatro relojes de hombre, dos celulares y monto de dinero en efectivo no precisado.
Pero no fueron muy lejos, porque se refugiaron con el botín en un domicilio ubicado a pocos metros, propiedad de un hombre que no tuvo nada que ver con el hecho. No mucho después llegaron al lugar efectivos de la Comisaría Novena que habían sido alertados por vecinos que las vieron escapar y donde se escondían. Incluso un de ellos tuvo que asistir a la señora porque había sido lastimada por los golpes sufridos. Esos testimonios fueron relevantes para la causa.
Piñas, patadas y escupitajos a los policías
Los uniformados intentaron disuadirlas para que se entregaran, dado que estaban rodeadas, mientras recibían instrucciones telefónicas de la Fiscalía.
La primera en salir fue Garro, pero lo hizo de manera muy hostil, porque arremetió contra dos policías lanzándoles piñas y matadas para no se detenida. Como consecuencia de la agresión un agente sufrió lesiones de carácter leve en un dedo pulgar.
De todos modos la sospechosa fue apresada, aunque continuó resistiéndose mientras era subida a un patrullero, donde siguió dando patadas, insultando y escupiendo a los uniformados.
Sin embargo no fue todo, porque ya en el sector de los calabozos de la unidad se negó a ser examinada por el médico policial, se negó a notificarse en legal forma de la orden de detención y sustanciación del proceso y no fue posible extraerle fotografías ni fichas dactilares.
Ortiz en cambio se entregó sin problemas, y luego se supo que tenía antecedentes penales. Garro fue imputada por los delitos de “violación de domicilio, robo, resistencia a la autoridad y lesiones leves”.
En tanto que Ortiz solo por el primer episodio: “violación de domicilio y robo”.
La causa avanzó pero las partes representadas por el fiscal Gustavo Herrara y la defensora oficial Luciana Villanueva propusieron, con el consentimiento de las víctimas, cerrar la causa con un juicio abreviado y condenar a ambas agresoras.
Para Garro, que carecía de antecedentes, ofrecía una pena de tres años de prisión en suspenso (sin ir presa) más pautas de conducta por el plazo de tres años. Entre ellas la prohibición de acercamiento a la señora asaltada. Asimismo le levantaban la prisión preventiva domiciliaria que le habían impuesto con el retiro del dispositivo de seguimiento satelital que le habían colocado.
El caso de Ortiz era más complicado, porque en 2022 había sido condenada a prisión condicional -por un hecho no precisado-, por lo que la propuesta establecía recovar la condicionalidad e imponerle dos años y diez meses de cárcel de cumplimiento obligatorio, pero unificándole ambos castigos y totalizarle tres años de prisión efectiva.
Reconocieron su culpa
Ambas delincuentes aceptaron el acuerdo y la sanción establecida entre la Fiscalía y la Defensa, por lo que quedó asentado que admitían su culpa.
El juez Guillermo Merlo no objetó el acuerdo de partes y dictó el fallo tal lo consensuado.
“La autoría como su culpabilidad se encuentra verificada con la prueba expuesta por la fiscalía, motivando los fundamentos de la acusación. A ello se agrega el expreso reconocimiento y aceptación de responsabilidad por parte de las imputadas”, explicó en el fallos.
Ortiz fue presa. En tanto que su compañera delictiva seguirá libre con el cumplimiento de pautas de conducta por el término de tres años.
Principalmente tiene prohibido acercarse a la víctima a menos de 500 metros de su domicilio o en forma personal. En caso de encontrarse en algún lugar público o privado deberá retirarse ella.
Las demás reglas son de rigor: no cometer nuevos delitos; mantener el domicilio y número de teléfono informado, no consumir alcohol ni estupefacientes en lugares público ni privados y someterse al control del Instituto de Asistencia de Presos y Liberados (IAPL)
Le advirtieron que en caso de incumplimientos le revocarán automáticamente la condicionalidad del castigo e irá tras las rejas.
Leé más
Denuncias por casas no entregadas: Qué dijo la empresa acusada
Caos en el puente de acceso a Cipolletti por un choque en cadena en Neuquén
Escapó de la Policía 30 cuadras en moto y para zafar donó plata a un jardín de infantes
Noticias relacionadas
Dejá tu comentario