Chubut: así está hoy la mujer a la que hace 24 años el viento le clavó una sombrilla en la garganta

Hace casi 24 años, para una docente de Rawson, una fuerte ráfaga de viento convirtió en un drama lo que era un día de sol y disfrute en Playa Unión, el principal balneario de la capital de Chubut. Hoy muestra en su cuello una enorme cicatriz que le quedó del que posiblemente haya sido el día más difícil de su vida.

Era el 6 de enero de 2001. Alejandra Fernández celebraba en la playa el día de Reyes acompañada por su esposo, Luis, sus hijas y sus sobrinas.

Lo que parecía ser un hermoso día, a la altura del sector frente a la plaza Vivian Thomas, se transformó en una jornada de angustia y desesperación. Una inesperada ráfaga de viento cambió todo.

Alejandra estaba acomodando sus cosas y tratando de proteger a su hija más pequeña del sol mientras las otras nenas jugaban a la orilla del mar. De pronto, un remolino feroz empezó a levantar todo en la playa.

Como un tornado en la costa de Chubut

“Fue como una cola de tornado”, recordó la mujer, en una entrevista que le realizó la agencia de noticias local ADNSur. “Sentí un golpe en el lado izquierdo de su cuello que me dejó aturdida”, agregó.

Una sombrilla que venía volando en medio del tornado se le clavó y le provocó una herida que comenzó a sangrar de manera profusa. “Sentí algo caliente corriendo por mi cuello”, relató Alejandra.

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Chubut: Alejandra hoy, jubilada, feliz y rodeada de hijos y nietos.

Todo en la playa era nervios y pánico de gente que, más allá del accidente y muchos sin siquiera haberlo advertido, buscaba tomar sus cosas y abandonar la zona de inmediato.

En medio de la confusión, el padre de uno de sus alumnos, que también estaba en Playa Unión en ese momento, vio lo que había pasado y le acercó un toallón para que intentara frenar la sangre de su herida.

Ese pequeño gesto fue clave para salvar la vida de Alejandra, mientras, al mismo tiempo, Luis corría a la calle y cortaba el tránsito en busca de alguien que los llevara al mini hospital de Playa Unión.

Desde allí, Alejandra fue derivada al Hospital Regional de Trelew donde los médicos que la evaluaron decidieron trasladarla al Sanatorio Trelew, donde podría recibir atención más especializada.

Ella estaba consciente y escuchaba todo lo que hablaban los médicos. “Sentía que me estaba desvaneciendo porque ya habían pasado varios minutos”, contó.

Volver a enseñar

En el Sanatorio la operaron. Con el tiempo jugando en contra, los médicos lograron limpiar la herida donde había arena, salitre y otros residuos, y realizar la intervención quirúrgica que salvó la vida de Alejandra sin afectar ningún nervio, algo que podría haber afectado severamente su habla.

“Los médicos me dijeron que si el impacto hubiera sido solo unos milímetros más profundo, podría haber perdido la vida”, indicó la mujer, que de todos modos sufrió daños en las cuerdas vocales y tuvo que someterse a un tratamiento prolongado para recuperar su voz.

Luego de ocho meses de tratamiento y rehabilitación, pudo regresar a las aulas. “Aprendí a manejarme con los chicos sin levantar demasiado la voz”, expresó.

Más de 20 años después del accidente, Alejandra no tiene miedo de ir a la playa y sigue disfrutando de Playa Unión. Aunque está jubilada, dice que es “docente para toda la vida” y se siente agradecida de poder contar su historia.