Papa Francisco: Javier Milei llegó a Roma, pero no estuvo en el cierre del féretro

Unos 250 mil fieles le dieron el último adiós al papa Francisco, a horas de la ceremonia del funeral al que asistirán presidentes y jefes de Estado de gran parte del mundo. El presidente Javier Milei llegó al aeropuerto de Roma justo cuando en la Basílica de San Pedro se iniciaba el rito de clausura del ataúd.

Las críticas no se hicieron esperar, dado que otros mandatarios les rindieron sus respetos a los restos del sumo pontífice. Milei no tardó en responder a través de su cuenta de X (exTwitter), fiel a su tono.

“REFLEXIÓN A la luz de muchos comentarios que veo de GRAN parte del periodismo, en los que hacen foco en cuestiones de 25° orden, cada día me queda más claro que obedece a un déficit de IQ muy severo ya que no tienen la capacidad para entender (son brutos) lo importante. CIAO!”, escribió ni bien pisó suelo romano.

Cruzó críticas con otros usuarios de la red social quienes contrastaron su llegada tardía con fotos de la despedida de la delegación brasileña, encabezada por su presidente Luis Inázio "Lula" Da Silva, junto al féretro del papa dentro de la basílica.

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No fue el único presidente que recibió críticas de su país. También fue objetado en Francia, Emmanuel Macron, por haberse inclinado frente a los restos del Santo Padre, siendo que es presidente de un Estado laico.

No estuvo ni en el velorio ni en el cierre del ataúd

Milei fue cuestionado por salir tarde al velorio del papa Francisco. Su llegada a las 19.20 a Roma coincidió con el inicio del rito de cierre del féretro del sumo pontífice.

Según Vatinca News, el rito, tal como se lo denomina, fue presidido por el cardenal camarlengo, Kevin Joseph Farrell, mientras que el maestro de las Celebraciones Litúrgicas, monseñor Diego Ravelli, leyó el acta, que fue colocada en el féretro al final de la celebración. E incluso participaron algunos familiares del Papa.

Este rito, se llevó a cabo entre las 20 y las 21. Fue en presencia de distintas autoridades de la Iglesia, en el que se lee el Rogito, un texto en latín sobre la vida y obra del Papa Francisco. Tras la lectura de ese documento, se lo introdujo dentro de un tubo de metal con el sello de la Oficina de las Celebraciones litúrgicas del Sumo Pontífice en la parte externa. Luego, fue colocado en el ataúd junto a las monedas y medallas acuñadas durante el pontificado del Papa Francisco.

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Mien