Trabajadores golondrinas varados en la terminal, un drama que crece en Cipolletti

Con los turistas provenientes de diversos sitios y los cipoleños que parten de vacaciones se entremezclan en la terminal local numerosos trabajadores golondrinas que llegan generalmente del norte del país y se encuentran allí varados ante falsas promesas laborales, en una inquietante problemática que crece en nuestra ciudad en el inicio de la temporada frutícola.

En los últimos días, sin ir más lejos, trascendieron dos casos tan tristes como desesperantes. El de madre e hijo oriundos de Tucumán que estaban a la deriva en ese punto neurálgico de Cipolletti y el de dos hermanos de esa misma provincia que también a su arribo se toparon con un panorama desolador. Desencanto y dolor.

Ambos dramas se resolvieron de distintas maneras, aunque uno solo tuvo final completamente feliz. Por un lado, Andrea y Tomas al menos pudieron regresar a su lugar de origen gracias a la generosidad de la gente. Eso sí, lo hicieron con un sabor amargo pues habían llegado con la ilusión de quedarse en la zona a trabajar. No pudo ser.

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Por otra parte, tras sufrir un desengaño laboral y dormir y vivir en la Terminal varios días en condiciones inhumanas, los hermanos Walter y Franco Ibarra finalmente consiguieron una changa en una chacra de la zona para trabajar en la fruta.

No obstante, en diálogo con LM Cipolletti los "changos" advirtieron sobre la problemática de los “norteños varados” en el sitio de partidas y arribos de micros y expresaron su solidaridad con sus coterráneos que sufren el mismo desplante del que resultaron víctimas ellos en su momento.

Final feliz para dos trabajadores golondrinas y preocupación por sus colegas

“Ya conseguimos trabajo gracias a Dios, la pesadilla terminó, nos habían traído con mentiras. En una chacra vamos a trabajar, por la ruta, cerca de la Isla Jordán. Fueron cinco días interminables, gastamos toda 'la moneda' que teníamos para comer y por suerte se nos dio”, indicaron los Ibarra, quienes antes que se resuelva la situación también efectuaron dramáticas declaraciones a este medio:

“¿Sí fueron los mismos que nos habían clavado el otro día los que nos dieron laburo? No, otra gente que se enteró que estábamos en esa situación. Queremos trabajar”, aclararon, ya en un escenario más alentador.

Recién ahora que todo se acomodó “le hemos contado lo que vivimos a nuestras familias, para no preocuparlas antes de gusto. Somos padres los dos y no queríamos alarmar a nadie. Igual se han visto los videos en todos lados. Ahora hay laburar, nos gusta Cipolletti, nos encantó”, agregaron con alivio.

Por último lamentaron que “hay mucha gente en la terminal de Cipolletti que llegan de nuestra provincia en la misma situación” y pidieron “solidaridad y ayuda para esos trabajadores”. Ahora sí, los Ibarra encontraron su norte en nuestra ciudad. Pero lastimosamente no todos corren su misma suerte...