Se reinventa con la venta de históricas empanadas tras la muerte de su popular esposo
Norma hizo el duelo por la partida del recordado Dandrés y retomó el emprendimiento gastronómico en su casa “para salir adelante”. Cómo comprarle.
La pizzería Dandrés fue una marca registrada en Cipolletti, un emblema dentro de la gastronomía local y regional. Tuvo diferentes sedes y momentos de gran popularidad en su extensa trayectoria e incluso triunfó en Neuquén.
Lamentablemente, cerró definitivamente sus puertas en abril de 2023 por la muerte de su principal hacedor, el Tano Andrés Argüello, quien encontró en Norma a su compañera ideal, en la vida y en el exitoso emprendimiento.
Te puede interesar...
Ahora la noticia es que ella, a los 72 años y tras hacer el duelo, decidió reinventarse en el rubro y retomó en silencio y con buen suceso la elaboración de las clásicas empanadas “para salir adelante”.
Las prepara en su casa de “miércoles a domingo” con la ayuda indispensable de su hijo Laureano y su única propaganda es el “de boca en boca”, pues “ni siquiera publicamos en Instagram, chat ni otras redes sociales”.
Y pensar que fue una compañera del gimnasio la que de alguna manera la incentivó a volver a ruedo, armar los sabrosos rellenos, los repulgues y prender nuevamente el horno.
“Resulta que ella festejaba el cumpleaños y me preguntó si le podía preparar empanadas. En estos momentos uno no sabe en qué ocupar el tiempo, así que arranqué de nuevo. Un pedido, otro y ya no paré. Por suerte empezamos bien y esto me ayuda a estar mejor en todo sentido”, cuenta la entrañable mujer a LM Cipolletti.
"Es muy fuerte quedarse sola, ahora tratando de salir"
Es que, admite con nostalgia “es muy fuerte quedarse sola, sin el compañero de tantos años, con la relación que teníamos, con lo bien que la pasamos juntos. Así que tratando de salir”.
Aquella “primera pizzería de barrio”, como la define, se convirtió en un gigante en la zona. “La abrimos en el ‘87 en la Naciones Unidas. De ahí a calle Irigoyen, en España frente a la plaza San Martín y volvimos en la época de crisis a los locales de Naciones Unidas. Luego nos fuimos a Neuquén donde estuvimos 15 años y nos fue muy bien, aunque quisimos regresar a Cipolletti ya de grandes para trabajar más tranquilos”, resume el amplio historial y recorrido del comercio que siempre será recordado por muchos cipoleños.
Lejos de las luces del centro de nuestra ciudad y de la capital neuquina, en la actualidad todo es más modesto, a pulmón y con bajo perfil.
“Estoy trabajando en mi casa, no me encuentro en condiciones de tener venta al público desde un comercio, esa es una etapa cumplida”, avisa con las cosas muy claras.
No obstante, destaca con orgullo “la buena respuesta de la gente al producto que hacemos, empanadas de varios gustos: carne, pollo, jamón y queso y lo que me pidan”.
Aclara que las vende de miércoles a domingo y por encargues (al 299-4656642) y la docena de la delicia tiene un valor de 14 mil pesos.
“Es lo que ha dejado Andrés”
Si bien el dolor por la pérdida de un ser tan cercano siempre está, ella se consuela con el legado de su esposo y también con el grato recuerdo y el enorme cariño que los vecinos le demuestran hasta hoy.
“Es lo que ha dejado Andrés, ya hace un año y medio que se nos fue y yo salía a hacer compras al principio y todo el mundo me abrazaba y me decía cosas lindas de él. Hoy igual”, reconoce agradecida y reivindicando al amor de su vida.
En estos últimos tiempos, debieron sobrellevar muchas dificultades anímicas y económicas pero le ponen el pecho a las balas. “Fue difícil, cuando vas transitando el dolor te supera la tristeza, la parte económica me daba igual… No había nada que me devolviera al lugar donde estaba, en el que era feliz… Ahora queda tratar de reconstruir un poco la vida, por ejemplo siempre Andrés me llevaba y traía para todos lados en el auto, y esas circunstancias nuevas a las que hay que adaptarse”, reflexiona.
El afecto de los clientes, varios de los cuáles conservan hasta hoy, y ese respetuoso intercambio se mantiene inalterable. “Todos los días tenemos alguien que te dice algo lindo. Es que nosotros siempre lo hicimos con mucho cariño, mucho amor, no era un trabajo, era algo que nos apasionaba y apasiona, nos gusta. Y ahora por suerte otra vez lo puedo hacer, ocupo el tiempo organizándome, me ayuda a vivir mejor”, culmina Norma y despacha otra docenita de carne. Con la receta de siempre, con la del inolvidable Dandrés.
Leé más
Un error fatal, una de las hipótesis de la muerte del obrero del frigorífico Moño Azul
Investigan la muerte de un joven obrero en la planta de un frigorífico
Muerte de Nisman: a 10 años, los misterios y las dudas más impactantes del caso
Noticias relacionadas
Dejá tu comentario