Momentos de tensión tras el inicio de la inspección a la familia Retamal
El Fiscal Gustavo Herrera evitó declarar en la inspección de la familia Retamal, crianceros de la Isla Jordán. El inicio estuvo marcado por momentos de tensión y amplio operativo policial.
La Isla Jordán, fue nuevamente escenario de tensión y controversia este jueves durante una inspección judicial destinada a determinar las condiciones de vida de la familia Retamal, así como la extensión de las tierras que ocupan y los animales que crían en el lugar. Este procedimiento, ordenado por la Justicia tras denuncias y declaraciones mediáticas, estuvo marcado por una alta carga emocional y un fuerte operativo de seguridad.
La citación para el procedimiento estaba prevista para las 10 de la mañana, pero el Fiscal Gustavo Herrera llegó al sitio 25 minutos después de lo estipulado. A su arribo, los integrantes de la comunidad Retamal, quienes residen en la zona desde hace más de 60 años, lo esperaban con evidente descontento. La inspección había generado expectativas no solo por las partes involucradas, sino también por la atención pública debido a recientes declaraciones del Intendente Rodrigo Buteler, quien acusó a la familia de “delincuentes” por cerrar un paso público de todos los cipoleños.
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El operativo no inició con tranquilidad. Desde el primer momento, el Fiscal Herrera dispuso que la prensa se alejara del lugar y que solo algunos representantes de la familia Retamal estuvieran presentes durante el procedimiento. Esta decisión generó tensión entre los presentes, quienes reclamaron que la prensa pudiera documentar el proceso para garantizar la transparencia de los hechos, dada la controversia mediática que rodea el caso.
Por otro lado, Carlos Retamal comentó: "la fiscalía quería entrar por la tranquera, ellos dicen que por ahí está la Confluencia, lo que vamos a hacer es una caminata hacia donde verdaderamente está el lugar que mencionan", indicó. Sin embargo, la policía de Río Negro, bajo las instrucciones del Fiscal, bloqueó el acceso y la cobertura periodística, lo que intensificó el malestar de los presentes.
El contexto del procedimiento también estuvo rodeado de fuertes medidas de seguridad. El operativo incluyó al menos 15 efectivos policiales, dos patrulleros, una motocicleta policial, y miembros del gabinete de Criminalística. Además, representantes del municipio, como el director general de Desarrollo Urbano, Arq. Carlos Rimmele; la directora de Planeamiento, Arq. Lorena Guarini Sánchez; y la Jefa de Hábitat, Lic. Romina Lorenzo Coelho, estuvieron presentes para acompañar y representar al ejecutivo quien realizó la denuncia penal.
El procedimiento finalmente inició en las inmediaciones de la calle pública que según los crianceros "nunca tuvo nombre, esta calle no la hizo la Municipalidad, sino mi abuelo a pala", indicaron. Las autoridades municipales denuncian que la familia Retamal ocupa 80 hectáreas, cuando oficialmente solo se les habrían otorgado 4. "¿A dónde hay 80 hectáreas si eso es como de acá hasta la ruta 22", expresaron.
A pesar de la insistencia de la prensa para obtener declaraciones del Fiscal Herrera, este se negó a brindar comentarios durante el procedimiento. De manera extraoficial, afirmó que “no correspondía hablar o dar declaraciones en medio del proceso”, acusando que se entorpece la situación si los medios periodísticos insistían en permanecer en el sitio.
La comunidad Retamal reiteró su voluntad de colaborar con la Justicia, pero también enfatizó la necesidad de un tratamiento justo y transparente del caso. Para ellos, la presencia de los medios es clave para desmentir lo que consideran una campaña en su contra.
La inspección a los crianceros, sin éxito
Ante la denuncia formulada por el Intendente, la fiscalía ordenó una recorrida por el lugar para tomar nota, medir distancias y contar el ganado que crían en ese sector y que según trascendió de la denuncia presentada, pastorean en lugares públicos de la Isla como sectores de parrillas. Incluso, en la presentación judicial, el municipio adjudica que los animales se acercan a la ribera del río a hacer sus necesidades, generando una alta contaminación.
Pese al intento, la familia Retamal no logró que la Fiscalía y personal policial ingrese sobre su propiedad para hacer el relevamiento que pretendían del ganado, entre otros. Sí los crianceros hicieron una recorrida por el sector de la confluencia, que estiman unos 800 metros alejados del casco habitacional, mostrándole a las autoridades que no se le prohíbe el paso de circulación de quienes se acercan a disfrutar del río.
Las actas que labró el personal policial dan cuenta de todo lo sucedido. Ahora se espera que la Justicia avance sobre el caso que, por el momento, no pareciera llegar a un acuerdo entre las partes.
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