La mañana soñada de los niños del jardín de las 1200 por el gran gesto de bar céntrico

“¡Seño, qué lugar increíble y soñado!”, exclamó una de las niñas asombrada al descubrir un mundo totalmente nuevo para ella. “Yo quiero volver con mis papis, así ellos también conocen”, expresó su emocionante deseo otro alumno, tan admirado como su compañerita.

Los pequeños del Jardín 50 -Estrellita del Sur- de las 1200 viviendas disfrutaron de una experiencia que jamás olvidarán, en el marco de una actividad de fin de curso y gracias al enorme gesto de un conocido bar céntrico que los invitó a desayunar.

Fueron un total de 60 chicos, entre turno mañana y tarde, que a la vez se distribuyeron en jornadas diferentes. Así, el martes salió de paseo el primer grupo y este jueves le tocó a los que asisten al tradicional jardincito en horario vespertino. Es decir, tuvieron que “madrugar”, algo a lo que tampoco están tan habituados pero vaya si valió la pena.

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Las docentes (Ana, Susana, Gabriela, Stella y Rosana) acompañaron a los chicos y se sacaron una foto de recuerdo.

Es que sin dudas recordarán por siempre esta vivencia en una clase de recinto gastronómico desconocido por muchos de ellos. Pues bien, ahora todos se sacaron las ganas.

“¿Podemos comenzar?”, le preguntaron sumamente respetuosos varios a las maestras apenas los mozos acercaron en sus bandejas a las mesas los pocillos con la infusión caliente y los platos con la deliciosa comida.

“¿Vos viste cómo corta sola la canilla del baño? Vení que te muestro”, le dijo un “enano” a otro y fueron varios los que se sumaron a la “exploración”, llenos de curiosidad, con la excusa de “ir a hacer pis”. Las situaciones simpáticas se repitieron a lo largo del grato momento.

"Una mañana distinta y soñada"

Susana Díaz, una de las autoridades, comentó a LM Cipolletti cuál fue el espíritu de la movida y se mostró sumamente agradecida con la gente de 1946 que propició el memorable encuentro.

“Queríamos agasajar a las salas de 5 con una despedida y un desayuno, pues ya están a punto de egresar. Nos contactamos con el bar, surgió la invitación para que vengan a desayunar y la comunidad del Jardín está muy agradecida por el espacio que nos brindaron, porque los chicos pudieron tener un día diferente”, resumió mientras de fondo se oía el inconfundible sonido de las hamacas.

Es que la salidita continuó en la emblemática plaza San Martín, en el corazón de la ciudad. “Lo más importante es que se sintieron agasajados en el café. Por eso antes de irnos cantaron de manera espontánea 'le damos las muchas gracias, le damos las muchas gracias...'. Terminamos con actividades en la plaza San Martín, juegos recreativos, pintaron, recorrimos la plaza. Preguntaron por qué se llamaba así, por lo que también aprovechamos y repasamos un poco de historia”, contó la vice sin poder ocultar su satisfacción.

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Personal del Jardín 50, siempre fiel a los más peques: Cecilia, Laura, Susana, Gabriela y Karina.

Quien estuvo acompañada por la directora Gabriela Campusano y el resto de las docentes de ese establecimiento de educación inicial emplazado en un popular barrio. “Para nosotras también fue una jornada especial, donde disfrutamos con los chicos, teníamos ese objetivo para este año de poder darles algo distinto. Las familias los trajeron hasta el bar 1946 y luego lo pasaron a buscar por la plaza”, redondeó la maestra.

Hermosa mañana, ¿verdad chicos?